6 cosas que nos gustan de la naturaleza (y que no son animales)
Los animales reciben mucho amor, pero la naturaleza es mucho más que nuestros amigos peludos, con aletas o con plumas.
Probablemente no te sorprenda que aquí, en The Nature Conservancy, amemos la naturaleza. Y puesto que estás aquí, probablemente tú también. La mayoría de nosotros tiene un animal favorito (¿a alguien más le gustan los elefantes?) o un recuerdo entrañable relacionado con los animales (quizá pescar en un arroyo local o ver un majestuoso zorro cerca de tu casa).
Y aunque nos identifiquemos más con los animales, la naturaleza abarca mucho más que elefantes y ballenas azules.
Estas son algunas de nuestras cosas favoritas de la naturaleza que no son animales:
1. Las plantas
La variedad del reino vegetal es simplemente asombrosa. Lo vemos desde las secuoyas gigantes hasta las diminutas lentejas de agua, desde las efímeras campanillas hasta las carnívoras Venus atrapamoscas (enlace en inglés), e incluso en las muchas plantas que cultivamos para alimentarnos.
Muchos de nosotros amamos tanto las plantas que hemos cultivado selvas en miniatura dentro de nuestras casas. Las plantas purifican el aire, aportan luminosidad y alegría, e incluso reducen el estrés. Las hay de todos los colores, tamaños y formas imaginables y prosperan en los entornos más extremos (hasta en el vierteaguas de la ventana en la cocina).
Algunas huelen a muerte, mientras que otras huelen a rosas. Algunas florecen bajo el agua, o sólo de noche, o una vez cada década. Y lo mejor de todo es que cada año los científicos catalogan nuevas plantas.
Fotos: las plantas que nos gustan
Esta es sólo la punta del iceberg de las plantas.
2. Cambio de estación.
Parte de la belleza de la naturaleza reside en que siempre está cambiando. Las culturas humanas de todo el mundo celebran la transformación del invierno (enlace en inglés) a la primavera, y del verano al otoño.
Incluso los que vivimos más cerca del ecuador podemos percibir las sutiles señales del cambio de estación. Sea cual sea nuestra estación favorita, todas ellas ofrecen algo que disfrutar.
3. Formaciones geológicas
No es de extrañar que el planeta Tierra tenga unas formaciones terrestres realmente increíbles. Moldeado por el viento, el agua, los movimientos glaciares y las placas tectónicas, nuestro planeta crea una impresionante variedad de terrenos.
Seguramente has oído hablar del Gran Cañón de Arizona, o incluso lo has visitado, pero ¿qué hay de la Torre del Diablo, en Wyoming? ¿O la Calzada del Gigante en Irlanda del Norte? ¿O el Vinicunca, la montaña del arco iris, en Perú? ¿O las Cuevas de Mármol en Chile? Las maravillas naturales, grandes y pequeñas, se encuentran en todas partes.
4. Vistas, sonidos y olores
Disfruta de la naturaleza a través de tus sentidos. ¿Qué ves, oyes, hueles, sientes e incluso saboreas cuando disfrutas de la naturaleza? Puede que te guste el gratificante sonido de una hoja caída al pisarla. O reconocer el olor de la lluvia que se aproxima después de un período de sequía.
Puedes maravillarte con los colores de un amanecer o una puesta de sol o, si tienes suerte, con una aurora boreal. O sentarte en silencio y escuchar el golpeteo de las gotas de lluvia contra las hojas o el chapoteo de un arroyo sobre las rocas, sonidos que no sueles escuchar en tu vida cotidiana. Tal vez te levantes temprano para dar la bienvenida al calor del amanecer después de una noche fría en una tienda de campaña o contemples el brillo silencioso de la nieve nueva que cubre un campo. La naturaleza colma nuestros sentidos.
Fotos: atrapar los sentidos
"Una vez que aprecias alguno de tus dones, alguno de tus sentidos, como el sentido de la audición, empiezas a valorar el sentido de la vista y del tacto y del gusto, aprendes a valorar todos los sentidos". Maya Angelou
5. Texturas, formas y patrones
Deja que la naturaleza sea tu museo de arte. Agradables texturas y patrones nos llaman la atención y nos hacen sentir una conexión íntima con nuestro planeta. Tanto si creemos en un poder superior como si aceptamos el caos del universo, todos sentimos poderosamente la belleza de la Tierra. Muchos de nosotros encontramos formas de emular esta belleza natural a través del arte.
Como saben nuestros seguidores del concurso fotográfico, fotografiar la naturaleza nos permite reflexionar sobre cómo la experimentamos, qué emociones sentimos y por qué nos atraen tanto ciertos patrones, colores y formas de nuestro mundo natural.
Estos sentimientos nos recuerdan que no estamos separados de la naturaleza; de hecho, somos una parte esencial.
6. Persistencia
No subestimes la persistencia y resiliencia de la naturaleza. Basta con ver lo que puede hacer una semilla en un lugar perturbado por una fuerte tormenta o por la actividad humana.
Cuando le damos a la madre naturaleza la oportunidad de recuperarse —o de ayudarla activamente a recuperarse— vemos lo rápido que puede volver a comportarse como antes.
Los pueblos indígenas del mundo llevan mucho tiempo administrando la naturaleza mediante acciones que activan su capacidad de recuperación. Una de ellas es la quema controlada, que restaura paisajes que dependían de quemas frecuentes y a pequeña escala. Otra es la agricultura regenerativa, que devuelve la vida al suelo y beneficia a los cursos de agua en todo su recorrido hasta los océanos.
Hay muchas otras formas de restaurar la naturaleza: también podemos plantar árboles donde se necesitan. Podemos ayudar a que los arrecifes de coral se reproduzcan y se conviertan en arrecifes fuertes. Y podemos ayudar a eliminar las especies invasoras que acaban con los ecosistemas nativos y la biodiversidad.
Amamos las fotos de la naturaleza
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