An Environmental Super Year: Here are five big opportunities to start healing our planet, and ourselves. © TNC

Perspectivas

Cinco oportunidades para cambiar el mundo 2020

Las decisiones que tomemos este año darán forma a la década crucial que nos espera

Cada año, el tronco de los árboles se expande para ganar un nuevo anillo; los polinizadores trabajan para la próxima floración, y se construyen nidos o se los abandona para llegar a climas más cálidos. Cada año, las hembras de ballena jorobada migran 5.000 kilómetros para parir, y 82 millones de nuevas personas llegan al mundo. Cada año se fabrican 70 millones de autos nuevos y se producen 4.000 millones de toneladas de comida, 30% de la cuál no será ingerida. 

Por todo esto, el 2020 podría sentirse como cualquier otro año, pero 2020 tiene además un potencial único para cambiar el mundo. Este año, la comunidad global se prepara para tomar una serie de decisiones que marcarán el camino de nuestro planeta hacia el futuro. 

De hecho, muchos en el movimiento por la sostenibilidad se refieren ya al año 2020 como un “super año ambiental”. De lo que podría ser una victoria para los océanos de ésas que ocurren una vez en la vida, a la aceleración de la acción climática, a un nuevo marco para proteger a la naturaleza ante el colapso que la amenaza, las decisiones que tomemos en 2020 podrían sin duda determinar si logramos las metas de sostenibilidad para 2030 -un hito en el camino que fue marcado hace tiempo, pero que ahora está a apenas diez años de distancia. 

Lo que a veces se siente como si fuera una maratón ahora es una carrera corta. Con todo, todavía podemos terminar la carrera. Tenemos cinco grandes oportunidades para empezar a sanar a nuestro planeta y a nosotros mismos, oportunidades para invertir en la naturaleza ahora, y hacer que el 2020 sea, efectivamente, un súper año. 


 

 

1.El mar se está quedando sin peces, pero la acción colectiva ya está en el horizonte.

Más del 40% de la población vive a menos de 100 kilómetros de la costa, pero la influencia de los océanos en nuestro planeta los hace vitales para todos. Por desgracia, gran parte de nuestros mares están en estado crítico, golpeados por el cambio climático, la contaminación, la sobrepesca y otras amenazas. Además, hay un obstáculo enorme para lidiar con esos retos: la mayor parte del océano está en aguas internacionales, fuera de la jurisdicción de los países. 

Esto podría cambiar muy pronto. En Marzo, la comunidad internacional podría terminar el primer Tratado de Biodiversidad en Alta Mar, un acuerdo global para proteger y manejar colectivamente los mares fuera de las aguas territoriales -cerca de la mitad del planeta. Si todo sale bien, proteger los mares profundos pasará de ser responsabilidad de nadie a serlo de todos. 

Más sobre el tema: ¿Qué pasa si no cuidamos los mares profundos?


 

 

2.Nuestros sistemas alimentarios terrestres están rotos, pero aún podemos arreglar el negocio de la alimentación.

El viaje de la granja a la mesa es cada vez más complicado. La comida es un enorme negocio, con cadenas de suministros que surcan el mundo entero, imbuidos de tecnología en cada eslabón, y la producción es mayor que nunca antes. Sin embargo, muchas de las prácticas que se diseñaron para alimentar al planeta han producido consecuencias que no previstas, desde la deforestación generalizada a la contaminación del agua y la destrucción de los suelos bajo nuestros pies. 

¿Deberíamos usar nuestro poder como consumidores para presionar en favor de prácticas más sostenibles? Sí. ¿Deberían quienes diseñan las políticas públicas poner incentivos más inteligentes en juego? Sí. Y lo que será nuevo este año: más y más empresas están sumándose a la acción colectiva y voluntaria para mejorar la sostenibilidad de sus cadenas de suministro y nuestros sistemas alimentarios en general. Esto requerirá mucho trabajo, pero estamos viendo cómo se reconoce cada vez más que lo que es bueno para el planeta no solamente es bueno para los negocios: también es esencial. 

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3.Estamos perdiendo biodiversidad, pero podemos llegar a un nuevo acuerdo por la naturaleza.

La palabra “biodiversidad” podrá no ser el más común de los términos, pero es, en pocas palabras, todo. Es la relación entre los genes y las especies y los ecosistemas que hace que nuestro planeta sea habitable. Es nuestra comida, nuestra medicina, nuestro aire y nuestra agua, y está decayendo rápidamente. Hay que pensarlo así: ya hemos perdido el 83% de los mamíferos silvestres del planeta

Sin embargo, el próximo  año tenemos la oportunidad sin precedentes de cambiar el rumbo. Representantes de los 196 países que han firmado la Convención sobre Diversidad Biológica de la Organización de las Naciones Unidas se reunirán en Kunmig, China, a principios del 2021, en una cumbre que ocurre una vez cada década para dar los últimos retoques a un nuevo acuerdo para la protección global de la naturaleza. Conforme se desarrollen las negociaciones a lo largo del año del presente año, la clave estará en marcar objetivos ambiciosos que no sólo aparten una mayor porción del mundo natural para su conservación (el objetivo más defendido, y que TNC apoya, es del 30 por ciento), pero también en enfrentar las causas directas de la pérdida de biodiversidad a nivel global. 

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4.El calentamiento global sigue aumentando,  pero la demanda por la acción climática se oye cada vez más fuerte.

Vivimos una crisis climática. Del aumento en las temperaturas y en los niveles del mar a los incendios sin control, los efectos del cambio climático ya están aquí. Lo que es realmente preocupante, sin embargo, es que las mejores estimaciones científicas indican que lo peor está por llegar, y nuestro camino actual sería catastrófico. 

Frente a este panorama, ¿por qué habría que estar esperanzados? De entrada, porque la conversación sobre el clima se está oyendo cada vez más alto y se hace más visible con cada día que pasa, y hay nuevas voces liderando la carga. Además, en noviembre de 2020 los países deberán revelar sus compromisos más ambiciosos ante la Cumbre de la ONU sobre el Clima (la COP26) en Glasgow

Los gobiernos nacionales enfrentan una creciente presión para ir más allá de los compromisos que asumieron como parte del Acuerdo de París de 2015 y, lo que es igual de importante, deberán presentar planes específicos para lograr esas metas. Sabemos que debemos reducir drásticamente las emisiones antes de 2030 y que tenemos que hacer más para aprovechar el poder de la naturaleza en la lucha contra el cambio climático. Cada grado de calentamiento que evitamos implica un planeta más vivible. La COP26 podría ser nuestra mayor oportunidad para acelerar la acción climática y cambiar nuestro rumbo actual. 

Más sobre el tema: Manual de Acción Climática




5.Todavía no estamos invirtiendo lo suficiente para poder arreglar esto.

Sí, salvar al planeta parece caro, pero no cuando se compara esa suma con el costo del colapso. Desafortunadamente, además, el mundo ha invertido criminalmente poco en esto hasta la fecha. De hecho, los estimados indican que hay una brecha anual de más de $250.000 millones en el financiamiento de los esfuerzos de conservación global que podrían ayudar a llegar a un futuro sostenible. 

Esto no tiene por qué ser así. La naturaleza ofrece un sinfín de servicios de los que dependemos; servicios que valen billones de dólares, si les pusiéramos un precio como hacemos con otros bienes y servicios de la economía. Un nuevo estudio, liderado por el gobierno de Reino Unido, busca cuantificar estos servicios antes de la reunión de la CDB de Kunmig. Entretanto, el Instituto Paulson, la Universidad de Cornell y The Nature Conservancy trabajan juntos para desarrollar una hoja de ruta que nos permita aprovechar el valor de la naturaleza como una solución climática y de sostenibilidad, para poder destrabar un nuevo orden de inversiones privadas y públicas para las soluciones basadas en la naturaleza. 

Más sobre el tema: Gastar en la naturaleza es la inversión de nuestra vida

 

 

Probablemente estés harto de todo esto, y eso es bueno. Las protestas sobre el clima, las huelgas juveniles, una chica de 16 años que surge como la voz más confiable sobre cambio climático… ¿No son signos de que los líderes globales no han actuado como deberían? Sí. Pero también son signos de que más gente está dándose cuenta de la escala de los retos que enfrentamos y están actuando por su propia cuenta. 

Éste podría ser un año sin precedentes para las políticas globales, pero todas estas reuniones y acuerdos no significarán nada si no les damos seguimiento. Eso requerirá de nuevos líderes, nuevas coaliciones, nuevos niveles de compromiso a lo largo y ancho de nuestras sociedades, además de una resolución sin cortapisas. 

Así que hay que seguir enojados. Hay que seguir comprometidos. Hay que elegir ser parte de la solución. Éste será el año en que demos un golpe de timón. Ésta será la década en la que salvemos al planeta.