Perspectivas

Cómo las comunidades están liderando el camino de la agrosilvicultura

Desde la República Dominicana hasta la Amazonía, cuatro sistemas agroforestales de liderazgo comunitario respaldan avances científicos.

Por Ayla Norris Smith

Mono araña en la copa de los árboles.
MONO ARAÑA en la Reserva de la Biosfera Maya, Guatemala © Ciara Hovis

Un mono araña se balancea entre frondosas ramas con la boca llena de fruta madura. Cerca de allí, las vacas pastan en un prado a la sombra de los caimitos de montaña (Chrysophyllum sp) y otros árboles de hoja ancha, separadas de los cultivos alimentarios por un verde cerco vivo formado mayormente por árboles de madrecacao (Gliricidia sepium (Jacq.) Kunth) y piñón (Jatropha curcas L.). En algún lugar a lo lejos, un jaguar duerme en la selva. Estamos en un sistema agroforestal en la Reserva de la Biosfera Maya (RBM), una extensión de 2,5 millones de hectáreas de parques nacionales emblemáticos y concesiones forestales de gestión comunitaria que protegen simultáneamente a algunas de las especies de vida silvestre más emblemáticas de Guatemala y sostienen los medios de vida de más de 200.000 personas.

Este es un ejemplo de cómo la integración de los árboles en las tierras agrícolas (práctica conocida como agrosilvicultura) puede apoyar la biodiversidad y los medios de subsistencia locales, y proporcionar servicios ecosistémicos importantísimos. Como en cualquier restauración de la cubierta arbórea, plantar los árboles adecuados en los lugares adecuados puede mejorar la regulación del agua y la salud del suelo, disminuir la erosión y mejorar la calidad del aire. Los árboles proporcionan sombra a los trabajadores agrícolas y al ganado; en Colombia, por ejemplo, los granjeros ven aumentos inmediatos en la producción de leche después de plantar árboles en las zonas de pasto porque sus vacas no están tan estresadas por el calor. Integrar árboles en las zonas de cultivo también mejora la conectividad de los hábitats, lo que permite que los animales silvestres puedan desplazarse más fácilmente a través paisajes que, de otro modo, serían inaccesibles. La agrosilvicultura ayuda a los agricultores a diversificar sus ingresos. Y la lista de beneficios sigue.

Más allá de estos beneficios a nivel local, también hay algunos beneficios a nivel general muy interesantes. Más árboles sembrados significa más almacenamiento de carbono en el suelo y en la biomasa de los árboles, lo que se traduce en que los sistemas agroforestales podrían ser un valioso aliado a la hora de hacer frente al cambio climático, ya que ofrecen hasta 310 millones de toneladas métricas de eliminación de carbono al año. Eso es, aproximadamente, el mismo beneficio climático que hacer funcionar 82.000 turbinas eólicas.

La agrosilvicultura se presenta en diferentes formas: integrando árboles en las tierras de pastoreo (silvopastoreo), plantando árboles entre hileras de cultivos (cultivos intercalados) o mediante prósperos sistemas de especies mixtas que colocan árboles de crecimiento rápido que producen cosechas junto a especies amantes de la sombra, como el cacao, debajo.

Aunque la agrosilvicultura puede adaptarse a la agricultura comercial a gran escala, muchos de estos sistemas reflejan las prácticas agrícolas tradicionales de los pueblos indígenas y las comunidades locales.

Desde que se reconoció a la agrosilvicultura como una solución climática natural prometedora, una red de científicos de TNC ha estado trabajando con las comunidades locales para comprender mejor el potencial de estas prácticas y ayudar a su integración en los objetivos climáticos nacionales. Continúa leyendo para conocer cuatro lugares donde esto ya está en marcha.

Sistemas agroforestales ancestrales de chakra/aja en la Amazonía ecuatoriana

Amazonía ecuatoriana

Hombre contempla el bosque.
PLANTACIÓN AGROFORESTAL de especies mixtas en la Amazonía ecuatoriana © Paulina Álava Núñez

Los conocimientos tradicionales de los indígenas de la Amazonía ecuatoriana fusionan las prácticas de producción agrícola y forestal (conocidas a nivel local como chakras y ajas por los pueblos kichwa y shuar respectivamente) para la subsistencia y, más recientemente, para la comercialización de productos. Estos sistemas agroforestales ancestrales constituyen el sustento de una elevada biodiversidad, proporcionan alimentos y medicinas a las comunidades, y son importantes para mantener las costumbres culturales. Sin embargo, amenazas como el cambio climático y la deforestación provocada por los monocultivos hacen que sea necesario tomar medidas urgentes en la región para preservar estos sistemas tradicionales.

TNC Ecuador apoya un proyecto que abarca 117.000 hectáreas de tierras administradas que pertenecen a las nacionalidades indígenas kichwa y shuar en las provincias de Napo y Pastaza en la Amazonía ecuatoriana. Debido a que hay poca información sobre los beneficios climáticos de estos sistemas, la capacidad de almacenamiento de carbono y los factores que llevan a las comunidades a abandonar las prácticas tradicionales de gestión de la tierra, los equipos del proyecto están midiendo el potencial de mitigación climática de los diferentes tipos de sistemas agroforestales. Se espera que los resultados producidos por este trabajo brinden información sobre cómo las prácticas de gestión de la chakra o aja pueden mejorar el secuestro de carbono y, por ende, los medios de vida económicos de las comunidades indígenas. Asimismo, pueden orientar el diseño y la ejecución de proyectos climáticos agroforestales equitativos en la Amazonía.

Agrosilvicultura y restauración forestal en la cuenca amazónica de Brasil

Brasil

VIDEO 360º Explora la Amazonía con Rosely Dias, una de las productoras rurales protagonista de la transformación de tierras degradadas a un bosque alimentario sostenible. Su granja es hoy un modelo de sostenibilidad que preserva la biodiversidad, genera ingresos y lucha contra el cambio climático.

En las dos últimas décadas, el estado de Pará ha contribuido con algunas de las mayores cantidades de emisiones de gases de efecto invernadero de Brasil, cuyo origen ha sido principalmente la conversión de bosques para la cría de ganado —gran parte de lo cual se produce en pequeñas explotaciones privadas—. Dado que los suelos de los bosques tropicales tienden a ser pobres en nutrientes, la gestión de los pastos en las zonas de Pará, que anteriormente fueron zonas boscosas, es costosa, ya que se requiere una gestión del suelo que insume muchos recursos a los fines de que mantenga su productividad.

A medida que la productividad disminuye con el tiempo, los ingresos de los agricultores se reducen y estos lugares son susceptibles de sufrir el abandono, lo que conlleva una mayor conversión forestal. Sin embargo, la promoción de la agrosilvicultura del cacao y la restauración forestal en los pastizales degradados promete aportar beneficios climáticos, tanto para la biodiversidad como para la diversificación de los medios de subsistencia en esta región del Amazonas.

Agrosilvicultura de cacao y café en los sitios del Fondo del Agua de la República Dominicana

República Dominicana

LOS FONDOS DE AGUA DE REPÚBLICA DOMINICANA tienen como objetivo garantizar la seguridad hídrica de las poblaciones ubicadas o que viven alrededor de las cuencas hidrográficas que protegemos.

La República Dominicana cuenta con un sistema nacional de áreas protegidas que comprende ecosistemas acuáticos esenciales. Sin embargo, las prácticas agrícolas y ganaderas actuales, junto con la escasa capacidad de gestión de las zonas protegidas, han mermado la salud de estos ecosistemas y los servicios ecosistémicos que estas prestan, entre ellos, la regulación del agua limpia.

Para hacer frente a este desafío, TNC en la República Dominicana ha puesto en marcha una estrategia de Fondos de Agua para los ecosistemas que abastecen de agua dulce a las ciudades de Santiago y Santo Domingo. Los fondos de agua permiten apoyar actividades de conservación que contribuyen a la seguridad hídrica de la región y proveen plantas de café y cacao, árboles de sombra, así como asistencia técnica a los agricultores que incorporan árboles a sus fincas de café y cacao. Estos árboles ayudan a reducir la escorrentía de las granjas cercanas, lo que aumenta la calidad del agua tanto para las comunidades locales como para los habitantes de las grandes ciudades situadas río abajo. Los árboles también proporcionan sombra al ganado.

Ahora, el equipo del proyecto está trabajando para evaluar los resultados de estas actividades en cuanto a la mitigación climática centrándose especialmente en la agrosilvicultura. Este aporte nos servirá para comprender si las actividades que cuentan con el respaldo de los fondos del agua pueden demostrar que la gestión sostenible de la tierra para obtener agua de calidad y beneficios comunitarios también puede producir beneficios climáticos medibles.

Conservación forestal y ganadería regenerativa en Guatemala

Guatemala

Hombre en campo de ganado, arbustos y pastizales.
LA GANADERÍA REGENERATIVA integra intencionalmente árboles y cultivos de pastos y forrajes en un solo sistema para la cría de ganado, Guatemala © TNC
Mono araña cuelga de ramas.
MONO ARAÑA en la Reserva de la Biosfera Maya, Guatemala © Oscar Mendizabal/TNC Photo Contest 2021
LA GANADERÍA REGENERATIVA integra intencionalmente árboles y cultivos de pastos y forrajes en un solo sistema para la cría de ganado, Guatemala © TNC
MONO ARAÑA en la Reserva de la Biosfera Maya, Guatemala © Oscar Mendizabal/TNC Photo Contest 2021

A pesar de su importancia, la Reserva de la Biosfera Maya (RBM) de Guatemala está amenazada por la expansión de la agricultura, especialmente la ganadería. Las elevadas tasas de deforestación, cuyo motivo principal son los incendios forestales, también provocan importantes pérdidas de boque cada año, así como emisiones de gases de efecto invernadero.

Sin embargo, un número cada vez mayor de ganaderos locales están desempeñando un papel clave en la conservación y restauración de la zona de amortiguación de la RBM, una franja de terreno que se extiende a lo largo de la zona sur de la RBM donde se permiten actividades de gestión de la tierra como la agricultura. Esta zona tiene un gran potencial para la adopción de soluciones climáticas naturales, y la experiencia y los conocimientos de algunos ganaderos y comunidades locales con relación a las prácticas mejoradas, junto con la investigación de los científicos de TNC Guatemala e instituciones asociadas, ya están ayudando a activar este potencial.

Las iniciativas de prácticas ganaderas regenerativas y sostenibles en la RBM incluyen el silvopastoreo (la integración de árboles en pastos herbáceos) y los bancos de forraje (zonas de pasto reservadas para el pastoreo durante la estación seca), entre otras técnicas de optimización del pastoreo. También se ha demostrado que las vallas eléctricas ayudan a reducir los conflictos entre la vida silvestre y el ganado, ya que evitan que los ganaderos den caza a los animales salvajes.

Aparte de sus beneficios para la biodiversidad, los medios de subsistencia locales y los servicios ecosistémicos, se espera que muchas de estas prácticas aumenten las reservas y el secuestro de carbono en toda la RBM. Es decir, estas prácticas repercuten en la recuperación de los bosques, ya que ayudan al país a cumplir sus objetivos climáticos y a la posibilidad de que las comunidades locales participen en los mercados de carbono, lo que ayudaría a diversificar sus ingresos.

 

Si te interesa profundizar sobre los proyectos que participan en la Red de Prototipos de Soluciones Climáticas Naturales de TNC, visita: RED DE PROTOTIPOS DE SOLUCIONES NCS.

Queensland
Durante la temporada de lluvias, el Golfo de Carpentaria en Queensland se transforma en un paisaje intrincado con ríos serpenteantes y manglares verdes. © Scott Portelli/Concurso de Fotografía de TNC 2021