Acaba de lanzarse en el país la Coalición Agua para Colombia, que reúne a 40 actores del sector público y privado que, para 2022, quiere proteger el agua del 43 % de los colombianos.
Desde noviembre de 2018, y sin mucho ruido, cada dos semanas empresarios, miembros de organizaciones ambientales y representantes del Gobierno se han venido reuniendo para hablar sobre una sola cosa: el agua. Organizados en seis mesas de trabajo, los cuarenta representantes de industrias con el músculo económico como la ANDI o Andesco, de ministerios como Ambiente y Vivienda, y científicos de la ONG ambiental The Nature Conservancy (TNC) han intentado llegar a acuerdos para garantizar la seguridad hídrica del país.
La próxima semana, en el Congreso Nacional de Andesco, las seis mesas de la Coalición Agua para Colombia se reunirán para trazar la hoja de ruta mediante la cual lograrán su ambiciosa meta: proteger 15 cuencas de Colombia, en las cuales se produce el 48 % del PIB nacional, y de las que dependen el 43 % de los colombianos.
Para lograrlo, la coalición está impulsando la creación de ocho nuevos fondos de agua, una figura de protección que nació en The Nature Conservancy en los años 90 y que ya se ha asentado en 34 ríos del mundo, incluidos siete en Colombia.
Andrea Erickson Quiroz, directora global de seguridad hídrica para The Nature Conservancy, señaló que esta iniciativa por el agua es pionera a escala mundial. Comenta que si bien en países como Brasil o Indonesia hay esfuerzos por lanzar este tipo de iniciativas nacionales, “el sitio en donde todo ha fluido muy bien y en el que hemos logrado unir al sector público con el privado y las comunidades locales es Colombia”.
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Pero, ¿qué es un fondo de agua? Alejandro Calvache, el gerente de la plataforma aceleradora de Fondos de Agua de The Nature Conservancy (TNC) para América Latina, explica que es una figura que reúne a la mayor cantidad posible de usuarios del agua de una cuenca —industrias, empresas de servicios públicos y alcaldías, por ejemplo—, que aportan recursos al fondo común que se invertirán en los predios cercanos al nacimiento de la cuenca.
Estas inversiones pueden ser en obras de infraestructura o en “infraestructura verde”: la conservación de la naturaleza en las rondas de los ríos o el fortalecimiento de prácticas agrícolas sostenibles para los campesinos en la cuenca alta. Así se garantiza un suministro constante de agua de calidad para los usuarios en la parte baja.
Hasta ahora la estrategia ha tenido tan buenos resultados en el país, que TNC decidió meterle el acelerador. Además, debido a los retos cada vez más grandes que enfrenta el país en materia hídrica, en TNC nació la idea de acelerar la creación de estos fondos, explica Jorge Carrillo, el ingeniero encargado de coordinar la iniciativa.
Y es que a pesar de que en el imaginario colectivo Colombia es un país rico en aguas, los más recientes reportes demuestran que eso no es tan cierto. El último Estudio Nacional del Agua del Ministerio de Ambiente y el Ideam señaló que en el país hay 43 cuencas que, en un año seco, podrían quedarse sin agua. Encontró además que, en comparación con 2014, hay seis cuencas más en estado crítico y alto de desabastecimiento. El 83 % de ellas se ubican en la zona Magdalena-Cauca, en donde se produce el 80 % del PIB del país.
Carrillo deja claro que la plataforma no es simplemente un esfuerzo “para quedar en la foto”. “Las mesas de trabajo no son unos simples paneles de conversación de los cuales vamos a salir a decir “Colombia tiene problemas con el agua”. No. Esto se trata de identificar problemas puntuales, quién puede atacarlos y cómo, con cuánta plata se resuelven y en cuánto tiempo lo vamos a lograr y si se puede lograr. Debo decir que también hemos descartado temas porque no hay consenso o ánimo político”.
Los resultados de cada una de las mesas serán cuantificables y pretenden atacar desde todos los frentes el problema: un grupo busca generar cambios en la política pública (y ya tiene una meta concreta, que es lograr la aprobación de las normas para el reúso del agua), otro quiere establecer un mínimo de estándares corporativos para el manejo del agua y otro maneja la comunicación al público de las metas alcanzadas. Hay una mesa dedicada a buscar soluciones tecnológicas e innovadoras para el agua de Colombia, y otra dedicada a generar información científica que permita crear los nuevos fondos y haga el monitoreo de los ya existentes.
“Cada una de las mesas ya llegó a un borrador inicial, ahora lo que haremos es crear el borrador conjunto de metas”, le explicó a El Espectador Mauricio López, vicepresidente de Andesco. Después, explica Alejandro Calvache, empieza la tarea de investigar cuáles fondos son viables y cuáles son los vacíos en la gestión del agua en cada cuenca que el fondo puede solucionar. Finalmente, comienza el diseño del fondo, en el que se crea el plan estratégico para el fondo de agua.
Hasta ahora, dice Alejandro Calvache, para los ocho nuevos fondos apenas están en etapa de acercamiento con actores clave de las cuencas. Solamente los fondos en Aracataca (Magdalena) y Bucaramanga (Santurbán) están en fase de diseño.
Originalmente publicado en El Espectador el 19 de junio de 2019.
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