Ciudades saludables

Ocho formas de reducir los residuos

Descubre pequeñas acciones ecológicas que pueden generar grandes cambios positivos en tu comunidad.

Última actualización abril 2025 | Tiempo de lectura de 12 minutos

Mujer recogiendo basura rodeada por desperdicios.
CONTAMINACIÓN POR BASURA Todos podemos tomar medidas para reducir nuestros desechos y proteger nuestro planeta. Explora nuestros consejos a continuación. © Rayhan Ahmed/TNC Photo Contest 2023

Antes de hablar de residuos…  entremos en contexto:  Como planeta, debemos actuar ya para detener los efectos catastróficos del cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Y como individuo, ¿hay algo que tú puedas hacer? La respuesta es un "" rotundo.

No podemos salvar la naturaleza sin ti

Únete a nuestra comunidad y recibe nuestro boletín mensual en español

Por favor propórcionanos un correo electrónico valido

Ya te has registrado con esta dirección de correo electrónico. Por favor, visita aquí para revisar tus preferencias de correo electrónico. Ya te has registrado con esta dirección de correo electrónico. Por favor, visita aquí para revisar tus preferencias de correo electrónico.

Posiblemente detectamos un error tipográfico. Por favor, ingresa una dirección de correo electrónico válida (con el formato nombre@compañía.com) ¿Querías escribir ?

We are sorry, but there was a problem processing the reCAPTCHA response. Please contact us at webmaster@tnc.org or try again later.

Aunque necesitamos tomar acciones a escala gubernamental y empresarial, individualmente, nuestras decisiones cotidianas también pueden tener un impacto significativo en nuestro planeta. Cada acción que emprendemos es importante, y cuantos más amigos y familiares nos acompañen, más cambios positivos podremos lograr.

Así que no perdamos más tiempo. ¿Sabías que en todo el mundo se genera una media de 0.74 kg de basura por día, por persona? (Enlace en ingles). ¿Y que, en Norteamérica, esa media es tres veces mayor: aproximadamente 2.22 kg basura a diario? Todos podemos tomar medidas para reducir nuestros residuos y ayudar al medio ambiente. Explora nuestros consejos a continuación.

1. Reduce el uso de plásticos

La producción de plástico contribuye de forma significativa y creciente al cambio climático, y los microplásticos ponen en peligro tanto la naturaleza como la salud humana. Pero ¿qué puedes hacer cuando tantos artículos esenciales para el consumidor están empaquetados en este material tan difícil de reciclar? Primero, no desesperes; luego, únete a TNC para pedir a los líderes mundiales que ofrezcan a los consumidores mejores opciones que la industria del plástico.  Y utiliza nuestros consejos para comenzar a reducir el consumo de plástico en tu hogar y en tu comunidad.

  • Las botellas de agua reutilizables, los vasos, las bolsas, los sorbetes, y los utensilios son opciones reutilizables muy populares. Algunas tiendas locales incluso ofrecen descuentos si les ahorras el costo de proporcionar estos artículos. Para ayudarte a recordar llevar tu kit, prueba escribir "KIT" al principio de tu lista de compras. Alternativamente, guarda unas cuantas bolsas cerca de la puerta de entrada para acceder fácilmente a ellas, o guárdalas en el auto para evitar salir de casa sin ellas.

  • El plástico es notoriamente difícil de reciclar. Antes de llevar tus recipientes y botellas plásticas al contenedor de reciclaje, asegúrate de consultar las directrices locales para ver qué puede reciclar tu municipio. En muchos municipios, sólo se aceptan los envases marcados con números 1 y 2. Los números 3-7 no suelen ser reciclables. Tirar objetos no reciclables al contenedor de reciclaje puede resultar más perjudicial que tirarlos a la basura.

  • Gran parte del plástico de un solo uso que consumimos acaba en los ríos, parques y en los lugares que amamos en nuestras propias comunidades. Únete a grupos o personas con ideas afines en tu comunidad que estén trabajando para eliminar el plástico. 

LUCHA CONTRA LOS PLÁSTICOS (2:46) Desde los envases de comida para llevar y las botellas de agua que desbordan los basureros hasta los diminutos fragmentos de plástico casi invisibles a los ojos, el plástico está en todas partes. Únete a TNC para luchar contra los plásticos, grandes y pequeños. (Selecciona subtítulos en español)

2. Ponle freno a la moda rápida

La moda rápida se basa en la producción acelerada de ropa, exige grandes cantidades de recursos naturales y a menudo se fabrica con materiales sintéticos como el poliéster, que libera microplásticos. Estos microplásticos, invisibles a simple vista, son tóxicos y suponen una gran amenaza para el medio ambiente. Durante la fabricación de la ropa se liberan microfibras y plásticos, y se estima que la producción textil va camino de triplicarse para 2050.

La moda rápida también fomenta una cultura de uso y descarte, en la que la ropa se desecha rápidamente después de unos pocos usos, lo que provoca un despilfarro textil masivo. Millones de toneladas de ropa desechada acaban en vertederos, tardan cientos de años en descomponerse y liberan gases de efecto invernadero y toxinas nocivas.

  • Comprar con prudencia puede significar no comprar. La mejor forma de reducir el consumo es comprar sólo cuando sea necesario, y elegir artículos creados teniendo en cuenta la sostenibilidad. Considera la posibilidad de comprar a artesanos locales que a menudo crean prendas a mano, utilizando mucho menos recursos que las grandes empresas manufactureras. Alternativamente, opta por apoyar a las empresas que practican la fabricación ética. Estas empresas se centran en crear prendas duraderas al tiempo que garantizan prácticas laborales justas y minimizan el impacto ambiental.

    • Antes de comprar algo nuevo, considera la posibilidad de comprar un artículo "pre-amado", lo cual, además de ayudar al planeta, ¡te ahorrará mucho dinero! Lo puedes llevar a cabo visitando tiendas de segunda mano y de consignación locales o buscando ofertas de artículos usados a través de mercados en línea locales. Al comprar ropa y artículos de segunda mano, apoyas a las comunidades locales y evitas que las prendas acaben en los vertederos.
    • En lugar de comprar ropa nueva para ocasiones especiales como bodas o festivales, considera la alternativa crecientemente popular de alquilar ropa para dicha ocasión.
    • Reparar y reciclar tu ropa cambia el enfoque de las tendencias desechables (usa y descarta) a valorar y mantener lo que ya posees. Esta mentalidad ayuda a reducir el impacto ambiental asociado con la producción y eliminación de artículos de moda rápida. Ya sea reparando pequeños daños como desgarros, botones sueltos o cremalleras rotas tú mismo o llevándolos a un experto local, puedes extender significativamente la vida útil de tus prendas.
    • El upcycling consiste en transformar creativamente ropa vieja o desgastada en prendas nuevas y con estilo que te permitan expresar y desarrollar un estilo personal. Esto no sólo da a tu vestuario un toque único, haciendo que tu moda sea más significativa, sino que también mantiene los textiles fuera de los vertederos. Cada prenda que reciclas es un artículo menos que contribuye a la enorme cantidad de residuos textiles.
    • Cuando laves tu ropa, intenta esperar a tener una carga completa para reducir la fricción entre las prendas y minimizar la liberación de microfibras, y opta por usar configuraciones de agua fría, lo que puede reducir la cantidad de microfibras que se desprenden de tu ropa. 
    • Siempre que sea posible, seca tu ropa al aire libre o en un tendedero. Las secadoras eléctricas y de gas pueden desgastar los materiales de tu ropa mucho más rápido que otros métodos. Además, evitar la secadora puede ayudarte a reducir tus emisiones de carbono y microfibras, ya que cada ciclo en la secadora libera más microfibras al medio ambiente.

3. Haz compras sostenibles

Además de tomar decisiones más sostenibles en torno a tus compras de ropa, también puedes hacer elecciones sostenibles para tus otras necesidades.

4. Reduce el desperdicio de alimentos

En todo el mundo se desperdician cada año unos 931 millones de toneladas de alimentos. Sólo en EE.UU. se desperdician unos 60 millones de toneladas de alimentos anualmente, lo que equivale a casi el 40% de todo el suministro alimentario estadounidense. Aquí puedes aprender más acerca de la Pérdida y Desperdicio de Alimentos (enlace en inglés). Cuando estos residuos acaban en los vertederos, contribuyen a las emisiones de gases de efecto invernadero que aceleran el cambio climático. Aprende a construir una dieta sostenible con los consejos que te damos a continuación.

  • Planifica tus comidas con antelación para comprar exactamente lo que necesitas. En lugar de hacer la compra sin un plan, haz una lista de comidas y recetas que te gustaría preparar y compra sólo los ingredientes necesarios para cada una. Procura cocinar y servir el número correcto de raciones para el número adecuado de personas que vas a alimentar.

  • Si compras o preparas más cantidad de la que necesitas, considera la posibilidad de congelarla para más tarde, ¡o incluso de compartir las sobras con un vecino! Las comidas congeladas son una gran opción para ahorrar tiempo en días ajetreados. Si tienes un excedente de vegetales, intenta deshidratarlos o encurtirlos para aumentar su vida útil. También puedes ser creativo experimentando con purés de frutas o mermeladas. Guarda los restos de vegetales en tu congelador y utilízalos para hacer excelentes caldos caseros para sopas o bases sabrosas para comidas. 

    • ¿Sabías que hasta el 25% del contenido de tu basura podrían comportarse en tu casa? (enlace en inglés). Los restos de fruta y verdura, las cáscaras de huevo, los posos de café, los recortes de césped y las hojas son todos compostables. El compostaje ofrece un valioso rendimiento a tu inversión de tiempo y esfuerzo. Dependiendo de las condiciones, podrías tener compost listo para usar en tu jardín en un plazo de 3 a 12 meses. Esto puede ahorrarte dinero en fertilizantes y, si cultivas tus propias hortalizas, podrías ver mejores rendimientos. La materia orgánica del compost también actúa como una esponja, absorbiendo más agua y reduciendo potencialmente la necesidad de regar tanto tus plantas, lo que te ahorrará dinero y tiempo.
    • Si no tienes jardín propio, ¡aún puedes compostar! Infórmate sobre el compostaje comunitario (enlace en inglés) o las organizaciones locales de compostaje. Muchas zonas urbanas ofrecen recolección de compost en la acera por una cuota mensual o tienen lugares de entrega para los restos de comida residenciales. Algunos huertos comunitarios también aceptan donaciones de material de compostaje.

5. Aborda las aguas residuales

Las aguas residuales son el resultado del uso del agua en actividades humanas, como el lavado, la cocina, la limpieza y la eliminación de desechos. Estas aguas contienen una mezcla de sustancias orgánicas e inorgánicas, incluyendo restos de alimentos, productos químicos, detergentes y otros contaminantes. Las aguas residuales pueden provenir de hogares, industrias, comercios y establecimientos públicos.

El tratamiento adecuado de las aguas residuales es crucial para evitar la contaminación de los cuerpos de agua y proteger la salud pública y el medio ambiente.

La contaminación por aguas residuales amenaza la biodiversidad, especialmente en el océano, pero: ¡existen soluciones transformadoras!

  • Si nos proponemos cambiar nuestra perspectiva sobre los residuos y alejarnos de la mentalidad de "tirar de la cadena y olvidarse", podemos empezar a reconocer el impacto de nuestras acciones. En lugar de contaminar nuestras aguas residuales (enlace en inglés) con productos químicos y objetos nocivos, podemos considerarlas un recurso valioso. Nuestras aguas residuales pueden utilizarse como abono para cultivar, como combustible y hasta electricidad y, una vez tratadas, incluso como agua potable.

  • Conservar el agua en nuestras actividades diarias es crucial, sobre todo en las zonas propensas a la sequía. Hay cambios sencillos que pueden hacer una gran diferencia.

    • Cuando laves los platos, llena el fregadero o utiliza una palangana en lugar de dejar correr el agua continuamente.
    • Cierra el grifo mientras te cepillas los dientes y utiliza un vaso para enjuagarte. Tomar duchas más cortas e instalar cabezales de ducha que ahorren agua también puede ayudar.
    • Evita dejar abierto el grifo innecesariamente y arregla enseguida cualquier pérdida. Si es posible, opta por inodoros de bajo consumo de agua y sistemas de doble descarga para reducir aún más el consumo de agua.
    • Además, adoptar el enfoque de "si es amarillo, déjalo reposar" puede reducir el número de descargas del inodoro. Incorporando estas prácticas, podemos reducir significativamente nuestro consumo de agua y ayudar a conservar este recurso vital.
  • En todo el mundo, nuestros cuerpos de agua se han convertido en vertederos de nutrientes como el fósforo y el nitrógeno, lo que lleva a la erosión costera, la pérdida de hábitats, zonas muertas y otros impactos negativos. Si usas fertilizantes en tu terreno o jardines, prueba productos orgánicos o el mantillo, que es excelente para suprimir las malas hierbas. Al optar por soluciones naturales para las combatir las malas hierbas y las plagas, puedes ayudar a mantener los productos químicos dañinos fuera de los cuerpos de agua locales y los océanos mundiales.

  • Si estás comenzando un jardín o seleccionando plantas para tu casa, considera elegir especies nativas. Las plantas nativas (o autóctonas) son originarias de tu zona, por lo que están bien adaptadas al clima local y necesitan menos agua y abono. Crecerán mejor que sus contrapartes de otras regiones y además son más bonitas.

6. Digitalízate

Reducir tu consumo de papel al cambiar de materiales impresos a los formatos digitales puede reducir significativamente tus emisiones de carbono. Aunque los dispositivos digitales consumen energía, el uso total de energía es mucho menor en comparación con todo el ciclo de vida de los materiales impresos.

  • Producir y distribuir materiales impresos demanda muchos recursos, como agua y energía. Los formatos digitales eliminan la necesidad de papel, tinta y distribución física, lo que reduce significativamente el consumo de recursos. Muchas empresas y organizaciones ofrecen suscripciones digitales. Al leer las últimas noticias digitalmente, puedes reducir drásticamente las emisiones de dióxido de carbono. Por ejemplo, recibir el New York Times digitalmente en vez de impreso puede reducir las emisiones anuales de CO2 de unos 270 kg a sólo 5 kg por lector (enlace en inglés).

  • Cuando sea posible, selecciona los recibos electrónicos en lugar de recibos impresos. No sólo ahorrarás recursos, sino que no tendrás que preocuparte de perder el recibo si lo necesitas para hacer una devolución.

  • Hay numerosas empresas que te permiten darte de baja de sus correos publicitarios. Si vives en los Estados Unidos, consulta www.ecocycle.org/junkmail (enlace en inglés), que proporciona pasos y recursos para darte de baja de los envíos no deseados y la publicidad por correo. 

7. Conversa sobre la basura

¡Hablar sobre la basura (literalmente) puede salvar el planeta! Tus conversaciones casuales sobre los residuos pueden ser el principio de un gran cambio. Cuando hablamos sobre el impacto de nuestros hábitos diarios y nuestras huellas de carbono, especialmente a escala comunitaria y más allá, comenzamos a ver el panorama más completo.

Cuando compartes estas pequeñas victorias con amigos y familiares, puedes generar un efecto dominó, inspirando a otros a tomar decisiones ecológicas e incluso impulsando cambios más grandes en nuestras comunidades.

8. Exige responsabilidad ambiental a los líderes

Desafiar a los líderes a que mejoren su enfoque en la gestión de residuos puede marcar una diferencia significativa al fomentar la responsabilidad y la innovación. Cuando se impulsa a los lideres para que establezcan estándares más altos, es más probable que apliquen políticas eficaces e inviertan en tecnologías sostenibles.

Al responsabilizar a los líderes, podemos impulsar cambios sistémicos que conduzcan a un uso más eficiente de los recursos, una reducción de la contaminación y un planeta más saludable para las generaciones futuras.

  • Cuando las comunidades respaldan leyes que promueven iniciativas de reciclaje, restauración de tierras y aguas y reducción de la contaminación por plásticos, como la legislación que ayuda a avanzar en el acuerdo internacional del PNUMA para acabar con la contaminación por plásticos, (enlace en inglés) se impulsa a todos a adoptar hábitos más ecológicos. Estas leyes también pueden impulsar a las empresas a minimizar los residuos e invertir en prácticas sostenibles. Al unirnos en torno a iniciativas locales y nacionales, podemos crear entornos más limpios y saludables y dar un ejemplo positivo para que otros lo sigan. 

  • Aboga por políticas que aumenten la asequibilidad, el acceso y la participación de las mujeres, las personas de color y los grupos marginados. Al apoyar estas políticas, podemos asegurar que todos tengan voz en la toma de decisiones ambientales, lo que conducirá a estrategias de reducción de residuos más inclusivas y efectivas. Al capacitar a diversas comunidades para que participen en los esfuerzos de sostenibilidad, podemos impulsar soluciones innovadoras y fomentar un compromiso colectivo para reducir los residuos y combatir el cambio climático.

    • Aprender cómo funciona el manejo de los residuos en tu comunidad es un paso importante hacia la reducción de residuos y la lucha contra el cambio climático. Al comprender los sistemas locales de gestión de residuos, puedes identificar las áreas de mejora y abogar por mejores prácticas.
    • Conocer qué se puede reciclar, compostar o eliminar de forma segura te ayuda a tomar decisiones informadas que reducen los residuos de los vertederos y disminuyen las emisiones de gases de efecto invernadero. Además, estar al tanto de las iniciativas y recursos comunitarios te permite participar o incluso poner en marcha programas que fomenten la sostenibilidad.
    • Del mismo modo, es crucial saber de dónde procede tu agua y comprender las amenazas a las que se enfrenta. Conocer tu fuente de agua y los retos a los que se enfrenta, como la contaminación o el uso excesivo, te capacita para apoyar los esfuerzos de conservación y abogar por políticas que protejan este recurso vital. Al estar informado, puedes tomar decisiones que contribuyan a la sostenibilidad del agua y ayuden a mitigar los efectos del cambio climático. Educarte a ti mismo y a los demás crea un efecto dominó, inspirando la acción colectiva hacia un futuro más limpio y ecológico.

Descarga la guía

Haz posible el cambio transformador

Dependemos de la naturaleza, y la naturaleza depende de quienes nos preocupamos por defenderla. Transforma el presente. Protege el futuro.