No es sorprendente encontrar un superhéroe en una azotea de la ciudad de Nueva York pero un nuevo grupo de campeones está surgiendo en los edificios de la ciudad para combatir las siniestras amenazas de los temporales de lluvias, las olas de calor y el cambio climático global. Estos campeones son los techos verdes.
En colaboración con los socios de Green Roof Researchers Alliance (Alianza de investigadores sobre techos verdes), The Nature Conservancy ha publicado la estimación más completa sobre techos verdes en la ciudad de Nueva York. El proyecto combina datos de conocimiento público con tecnologías de detección remota para crear información y mapas que ayuden a comprender mejor este recurso y que se puedan utilizar para guiar la formulación de políticas y la planificación de las ciudades.
Los techos verdes absorben las fuertes lluvias y les brindan a los edificios una capa adicional de aislación, que permite mantener espacios internos más agradables y, al mismo tiempo, incrementar la eficiencia energética y disminuir las huellas de carbono. Además, combaten el efecto “isla de calor urbana” y mejoran la calidad del aire que respiramos.
“El reconocimiento de los beneficios de los techos verdes ha ido incrementándose”, dijo el Dr. Michael Treglia, planificador de espacios urbanos de The Nature Conservancy. “Pero hasta ahora, no teníamos conocimientos básicos sobre la cantidad de techos verdes que tenemos y sobre los lugares de la ciudad en que las personas podrían estar aprovechando sus beneficios”.
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Medición de la huella de carbono de los techos verdes
En colaboración con los socios de Green Roof Researchers Alliance (Alianza de investigadores sobre techos verdes), The Nature Conservancy ha publicado la estimación más completa sobre techos verdes en la ciudad de Nueva York. Ver los datos
El potencial de los superpoderes de los techos verdes
Un hallazgo importante del proyecto de mapeo es la dimensión de la oportunidad. La ciudad de Nueva York alberga aproximadamente 730 edificios con techos verdes. Es un excelente comienzo pero solo representa 60 acres de los 40 000 acres de espacio disponible en azoteas (o menos del 0,1 % de 1 millón de edificios de NYC). Por lo tanto, hay posibilidades de crecer, literalmente hablando.
El proyecto de mapeo también reveló que los techos verdes varían en gran medida en tamaño y forma, desde el techo verde de 6,5 acres de Javits Center y las granjas urbanas como Brooklyn Grange hasta parcelas más pequeñas en los techos de las escuelas y en los edificios de departamentos.
Cada techo verde tiene distintos superpoderes. En los techos verdes se pueden sembrar alimentos y se pueden crear puestos de trabajo. Absorben las lluvias y, al mismo tiempo, reducen el estrés de los sistemas de tratamiento de aguas que pueden descargar las aguas residuales cuando se sobrecargan. Disminuyen la contaminación del aire y ahorran costos de energía. Algunos brindan hábitat, oportunidades educativas y espacios abiertos en la saturada ciudad.
Vencer al calor
Pero aún queda una pregunta clave: ¿cómo utilizar mejor los techos verdes para combatir una de las grandes amenazas que enfrentan los neoyorquinos: el efecto “isla de calor urbana”?
Las temperaturas en las ciudades pueden ser hasta 22 grados Fahrenheit más altas que las temperaturas en las áreas suburbanas o rurales de los alrededores. De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, mueren más ciudadanos estadounidenses por olas de calor que por cualquier otro desastre natural, situación que se agrava aún más ya que reciben muy poca atención pública.
“Los techos verdes pueden beneficiar a las comunidades vulnerables al calor ya que reducen la temperatura ambiente y brindan una capa adicional de aislación para incrementar la eficiencia de la refrigeración en el verano e, incluso, la eficiencia de la calefacción en invierno”, agregó Treglia. “Pero nuestro proyecto reveló que la mayoría de los techos verdes están en Manhattan, particularmente en el centro, mientras que las áreas identificadas como vulnerables al calor tienen relativamente pocos techos de este tipo”.
Este es solo un ejemplo de cómo cubrir la brecha de datos puede ayudar a revelar problemas de igualdad y a guiar emplazamientos futuros para lograr el mayor impacto.
Arriba, muy arriba y más allá
Por supuesto, no todos los edificios son aptos para techos verdes. Por lo tanto, a medida que se desarrollan legislaciones y programas de financiación para expandir e incentivar los techos verdes, debemos buscarle la vuelta al potencial para crear techos verdes en NYC. Desde allí, The Nature Conservancy y otras organizaciones pueden ayudar a garantizar que las políticas y las metas estén basadas en proyecciones ambiciosas y realistas y que lleguen a las áreas que más lo necesitan.
Las azoteas tienen un increíble potencial para incrementar la resiliencia de las ciudades, contribuir a la lucha contra el cambio climático y mejorar la calidad de vida de los habitantes de Nueva York y de todo el mundo. Proteger y restaurar los espacios verdes es fundamental pero cuando los espacios verdes son limitados, debemos buscar soluciones alternativas.