Hacer frente al cambio climático
Una raza diferente
Un viejo rancho intenta un truco nuevo: ganado resistente al desierto
Por Jenny Rogers, Editor Asociado y Escritor, Revista Nature Conservancy | Otoño 2019
El cambio climático se avecina al Rancho Dugout (enlace en inglés), una propiedad de 5,200 acres en el Sur de Utah. El rancho—localizado en el límite del Parque Nacional Canyonlands—fue adquirido (en inglés) por The Nature Conservancy en la década de 1990 para evitar que la pintoresca propiedad fuese subdividida y para emprender un nuevo centro de investigación de conservación. Hoy, el ganado todavía pasta en la propiedad y 500 millas cuadradas de tierras públicas adyacentes, pero los investigadores advierten que el rancho y otros similares enfrentan una nueva amenaza: los pastos nativos, el pilar del ganado en pastoreo, disminuirán bajo condiciones ambientales más calientes en tierras áridas como esta.
Las vacas criollas
En 2018, Matt Redd, quien dirige el rancho y el Centro de Investigación de Canyonlands (en inglés) ahora ubicado ahí, agregó 10 vacas criollas a su rebaño. Típicamente, los rebaños de EE.UU. consisten de Angus u otras razas europeas traídas a los Estados Unidos. Las vacas criollas, sin embargo, son descendientes de la raza española traída a México hace siglos. Estas han evolucionado en el clima árido rocoso del Norte de México en lugar de los climas más fríos y húmedos del Norte de Europa.
Estudios iniciales de la Universidad del Estado de Nuevo México y el Jornada Experimental Range (en inglés)—un laboratorio de campo que estudia la ciencia de los pastizales—sugieren que las vacas criollas podrían ser más adecuadas para climas secos. Parecen viajar más lejos en busca de agua y tener una dieta más diversa que Angus, lo que las hace menos dependientes de los pastos nativos.
"Numerosas evidencias sugieren que algunas de las especies de pastizales perennes nativos, que son realmente importantes para los productores ganaderos, disminuirán su cobertura y producción en las condiciones futuras del calentamiento global", dice Mike Duniway, un ecólogo del Servicio Geológico de EE. UU. que trabaja en el Centro de Investigación de Canyonlands.
Quote: Mike Duniway
Seguimiento de la investigación
Para entender mejor si las vacas criollas podrían ser una opción para los productores ganaderos que ponen menos estrés en un paisaje con dificultades, Duniway y el equipo Dugout equipó 10 vacas criollas y 10 Angus con collares GPS en octubre de 2018. Ahora están rastreando dónde pastan para determinar si los resultados iniciales encontrados por los científicos del Jornada Experimental Range en Nuevo México también aplican para el ambiente en los cañones de Utah.
"La primera etapa es inferir cuál podría ser su impacto en el desierto", dice Duniway. ¿La segunda etapa? "Analizar su excremento para averiguar qué han estado comiendo".
Los estudios sobre la economía de la nueva raza—evaluando si es una buena decisión para los productores ganaderos—seguirán. Muchas de las industrias e infraestructura americana de ganado son construidas entorno a la gran raza Angus, dice Duniway. Y por supuesto, ¿la prueba final? Será el sabor.
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