Proporcionar agua y alimentos de forma sostenible
Primer Fondo de Agua Limpia en África Ya Está Teniendo Éxito
Las soluciones para los desabastecimientos de agua en Nairobi empiezan río arriba, en el Río Tana.
Por Matt Jenkins, Escritor Freelance
Situado en el extremo de los altiplanos centrales de Kenya, Nairobi es un extenso urbano en la ley de la selva. Los límites de la ciudad contienen una combinación de barrios marginales destartalados y casas señoriales cuidadas meticulosamente, cuando en el centro, los marabúes africanos vuelan sobre los rascacielos, mientras vendedores ambulantes y minibuses se baten en duelo por clientes en las calles debajo.
La frenética vitalidad de Nairobi empuja a la gente de todo Kenya en busca de oportunidad económica. Pero con 4 millones de personas y contando, la ciudad está creciendo tan rápido que se está desmoronando de las costuras. El problema es especialmente evidente en el sistema de suministro de agua de la ciudad: 40% del agua de la ciudad se pierde en fugas y robos descarados. Muchos Nairobeños deben comprar su agua de buques de agua, conocidos como "cisternas," o del mkokoteni, carretillas llenas de jarrones de 5 galones, empujadas por vendedores ambulantes. El agua adquirida en el mercado privado puede ser 10 veces mayor el precio del agua suministrada por el gobierno.
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Las oficinas de la Compañia de Agua y Saneamiento de Nairobi se extienden a lo largo de un fantástico camino surcado, en la zona industrial de la ciudad. En su oficina, el ingeniero Phillip Githinji expone la dura realidad: Incluso si la utilidad eliminara completamente los problemas de agua perdida y robada, aún podría cumplir solamente con dos tercios de la demanda de la ciudad.
“Hay un gran déficit," dice—más de 66 millones de galones al día. "A medida que la población crece, el suministro per cápita irá abajo. Sólo podemos facilitar nuevos proyectos al cancelar otros," él dice. "Es la nueva normalidad."
Técnicas para Gestión de Agua en Granjas de Kenya
Actualmente, en el esfuerzo por tener una idea sobre los problemas de agua en Nairobi, la utilidad parece estar más allá de los límites de la ciudad. El suministro de agua de Nairobi viene de la cuenca del Río Tana al norte de la ciudad. El paisaje ahí es una mezcla de inmensas reservas naturales y granjas familiares pegadas unas con otras—cerca de 30,000, promediando sólo dos tercios de un acre. Nairobi Water se está asociando con The Nature Conservancy y numerosas compañías locales en un proyecto de amplio alcance, que conectará a los ciudadanos urbanos con los agricultores en la región rural donde nace el agua.
Si eso funciona, el programa—conocido como el Fondo de Agua Río Tana-Nairobi—reenforzará la fiabilidad del agua de Nairobi, asegurándose que los agricultores de río arriba de la cuenca del Río Tana tomen menor cantidad de agua del río durante periodos de sequía.
Uno de estos agricultores es Esther Wandia, quien cultiva una pequeña parcela sobre una gran ladera empinada, unas 30 millas al norte de Nairobi. Aquí, en medio de un ondulado paisaje de té, eucalipto, y frondosos árboles de plátano, la intensa energía de Nairobi parece fuera de este mundo. Aún así, Wandia está conectada con la ciudad: río abajo de su granja está la Reserva Ndakaini, de donde Nairobi Water alimenta su sistema de suministro.
Con ayuda del fondo de agua, Wandia plantó un matorral de bambú, junto a un arroyo que circula al pie de su granja. Los densos tallos ahora se elevan por encima y funcionan como un retén de sedimentos entre la granja de Wandia y el arroyo. "Puede ver que el agua es limpia," dice ella.
Quote: Esther Wandia
El amortiguador para bambú es sólo una de numerosas técnicas que están empezando a usar los agricultores para mejorar el manejo de agua en sus granjas. A lo alto de su granja, Wandia ha instalado un contenedor de 13,000 galones, para recolectar agua pluvial. El estanque con revestimiento plástico proporciona una fuente fiable de agua, la cual Wandia mide con precaución durante la época de sequía para regar los árboles de aguacate y té. También significa que ella ya no tiene que bombear agua directamente fuera del arroyo que circula al pie de su granja—y eso es beneficioso para Nairobi.
El Fondo de Agua Río Tana-Nairobi tiene sólo 4 años, y su éxito no está garantizado. A pesar de esto, pequeños pasos pueden generar un gran impacto, no sólo para agricultores individuales como Wandia y sus familias, pero en toda la cuenca. En un corto periodo de tiempo, el programa ya ha llegado a 25,000 agricultores—y planea llegar al doble de esa cantidad para el 2022. Su éxito depende del progreso en la calidad de vida de los agricultores.
El Comienzo del Desabastecimiento de Agua en Nairobi
De regreso en Nairobi, Fred Kihara, quien ayudó a lanzar el proyecto para TNC, sabe de primera mano cómo se siente la condición precaria del suministro de agua en la ciudad. "Soy uno de los afortunados, con cerca de tres días con agua por semana," él dice. Cuando viene el agua, dice, tiene que almacenarla en un tanque y bidones para tener suficiente para el resto de la semana.
La magnitud del problema se volvió evidente por el 2012. "Nairobi se dió cuenta que tenía una diferencia del 30% entre la demanda y la oferta," dice Kihara. "No podían satisfacer un 30% de la demanda cada día del año." Pero TNC sugirió que en lugar de construir represas, plantas de tratamiento y alguna otra infraestructura río abajo, Nairobi Water y otros debían adoptar un nuevo enfoque: financiar mejorías basadas en la naturaleza cerca de las Montañas Aberdare—la fuente del suministro de agua de Nairobi.
"La mayor parte del tiempo, escuchas: 'Lo que se necesita es una presa más grande,' " dice Anthony Kariuki, quien ahora supervisa el fondo de agua para TNC. Pero en una época donde el cambio climático está interrumpiendo las precipitaciones en esta región, él dice, "¿qué tal si no hay agua circulando? La presa más grande sólo estaría llena un cuarto."
Esta "nueva normalidad" del área es un cambio en los patrones de lluvia, donde la precipitación anual aumenta ligeramente, pero llega en menos días. Esta intensidad exacerba un par de problemas: Las precipitaciones lava el suelo de los ríos, forzando a la ciudad a usar técnicas de tratamiento de agua más caras. Y el sedimento que se asienta en los embalses reduce tanto el almacenamiento como la capacidad de generación de energía.
Para financiar este nuevo tipo de programa de mejora en el suministro de agua, TNC propuso la creación de un fondo del agua, un mecanismo de financiamiento que se ha ido desarrollando por más de una década. La idea es simple: se pone un impuesto a los usuarios de agua urbana, para crear el fondo de conservación del agua y la calidad de los esfuerzos puestos en la mejora de esta aumenta. En el 2000, TNC lanzó su primer fondo de agua, en Quito, Ecuador. En los años venideros, TNC ha ayudado a crear más de 35 fondos del agua en todo el mundo.
Quote: Fred Kihara
The Nature Conservancy empezó a evaluar el potencial del lanzamiento de un fondo del agua en Nairobi. Dice Kihara, "En 2015, se hizo un caso de estudio de negocio que decía: Necesitamos llevar esto a escala. Necesitamos proteger toda la región." Los resultados fueron prometedores. "Hay un beneficio dos a uno: Por cada dólar que usted invierte, nosotros obtenemos [más de] $2 de ganancia," Kihara dice. "Si usted invierte $10 millones, usted obtendrá $21 millones en ganancias"—principalmente reduciendo costos de tratamiento de agua, aumentando la generación de energía hidroeléctrica y mejorando las cosechas.
En 2015, TNC junto con sus socios, crearon formalmente el Fondo de Agua Río Tana-Nairobi, el primer fondo de agua en África. Se aseguraron cerca de $18 millones en financiación por parte de los condados gubernamentales, el Fondo Internacional para el Desarrollo Rural, el Ministro de Medio Ambiente de Kenya, una asociación internacional llamada Global Environmental Facility y una larga lista de socios, incluyendo la Cervecería del Este de África, la procesadora de vegetales Frigoken, la Fundación Caterpillar, UPS y la Fundación Coca-Cola. Para muchos negocios, la escasez de agua se vuelve un factor limitante en sus operaciones.
De acuerdo con Doris Kendi, quien supervisa las operaciones sustentables para la Embotelladora Nairobi, la embotelladora local de Coca-Cola, la bebida contiene 90% de agua. "El agua es crítica para nosotros," dice ella. "Hasta que tengamos suficientes manos haciendo algo acá arriba, nuestro reto río abajo continua haciéndose más grande. Y cuando hay escasez, todos sufrimos."
Podemos Ayudar a los Agricultores a Usar Menos Agua
Situada en una ladera de eucalipto arriba de la Reserva Thika, la granja de dos acres y medio perteneciente a James y Esther Kariuki, es una auténtica cornucopia. Tiene cultivos de calabaza, arrurruz, maíz, amaranto, kale, cebollín, plátano, aguacate y nuez de macadamia, y tienen también una vaca para ordeña. Cuesta abajo se encuentra una densa alfombra de árboles de té—la mayor fuente de ingreso de la pareja.
Una oficial del condado llamada Carol Nguru ha venido a checar la granja de los Kariukis. Mientras Nguru platica con ellos, ofrece su ayuda para recoger té. Entre los árboles de té, hay numerosos plantíos de aguacate, facilitados por el fondo de agua. A medida que los plantíos crecen, proporcionan una cobertura forestal muy importante y capturan dióxido de carbono también—así es como los agriculores brindan un cultivo de exportación de alto valor. Pero Nguru analiza críticamente uno de los árboles jóvenes de aguacate antes de finalmente enunciar: "Necesitan un impulso."
El suelo aquí es ácido, por lo que sugiere añadir lima y abono para balancear el pH. Dentro de días, el fondo de agua difundirá un mensaje de texto en Swahili a 18,000 agricultores alertándolos del problema, sugiriendo un remedio y proporcionando información de contacto en caso de que necesiten ayuda.
Esta red de mensajes de texto, ha ayudado a superar algunos de los retos de trabajar con miles de pequeñas granjas distribuidas sobre las colinas de Kenya. El fondo de agua usa mensajes de texto para encuestar a los agricultores acerca de sus prácticas y necesidades, enviar consejos técnicos y emitir anuncios sobre eventos en el mercado, donde se distribuirán nuevos tipos de cultivos.
Esta clase de apoyo es sólo una parte del paquete de técnicas que Anthony Kariuki, Kihara, Nguru y el equipo del fondo de agua están persuadiendo a los agricultores locales a probar, para así disminuir la dependencia de los habitantes en los ríos de Nairobi.
El corazón de este paquete de técnicas, son los contenedores de agua: estanques de retención excavados a mano que contienen desde 6,000 hasta 26,000 galones de agua pluvial. Los contenedores de agua ayudan a los agricultores a ampliar su suministro de agua disponible entre el intervalo de tres meses de "lluvias cortas" que terminan en diciembre y las "lluvias largas" que empiezan en marzo. Esto, a cambio, aligera la necesidad de explotar arroyos y ríos para sobrellevar el periodo de sequía. Los agricultores hacen la labor de excavar los contenedores de agua, un proceso que puede tomar de tres a cuatro días; en retorno, en fondo de agua cubre el 70% del gasto en revestimientos resistentes de plástico que previenen filtraciones.
El fondo también ayuda a los agricultores a convertir sus empinadas laderas propensas a escurrimientos, en campos con mejor retención de humedad del suelo. Esto previene que los arroyos y ríos se ahoguen de sedimento mientras mantienen la tierra vegetal, lo que ayuda a aumentar el rendimiento del cultivo.
Aunado a esto, los agricultores pueden frenar los escurrimientos de agua y prevenir la erosión del suelo, plantando franjas de pasto elefante, que puede también ser usado como pienso animal. Los agricultores son motivados a plantar sus cultivos al menos 20 pies de los arroyos o ríos, lo que recude la cantidad de sedimento que se escapa a los cursos de agua.
Estos avances han ayudado a abrir posibilidades nuevas para los agricultores en la cuenca del Río Tana. El personal de TNC estableció como objetivo tener 50,000 agricultores participando en el fondo de agua para el 2022—y ya están a mitad del camino.
Muchas de estas avanzadas técnicas de cultivo se venden muy bien, porque también aumentan su rentabilidad, rendimiento y ganancias. Mercy Wangechi—mejor conocida por sus vecinos como Mamá Christine—es una historia local de éxito. Bastantes años atrás, un vecino la ayudó a construir un contenedor de agua en su granja, y ha probado ser un tipo de trampolín económico para ella y su familia.
Quote: Mamá Christine
Mamá Christine ha sido experta, particularmente, en el uso del contenedor de agua para irrigar cultivos en la época de sequía, como tomates, pimientos, y melones, cuando los precios pueden subir el doble con respecto a otras temporadas del año. En 2015, su esposo y ella compraron una camioneta familiar para poder entregar sus cultivos directamente al mercado local, en vez de depender de mediadores. La intercambiaron por un carro mejor, y luego en 2018 compraron una minivan que alquilaron como un servicio de carro para chófer. El mismo año, abrieron un minimercado en Nairobi. Más importante, Mamá Christine ha usado las ganancias de la granja para pagar las colegiatura de su hija y sus dos hijos.
“He logrado hacer todas esas cosas," ella dice, "porque tengo el contenedor de agua." Ella ha estado utilizando sus tomates para propagar el mensaje de los avances en agricultura. "Cuando llevamos nuestros tomates y melones al mercado, la gente quiere ver dónde son cultivados, y quieren venir a mi granja," dice ella. "Hemos llegado lejos, y quieren saber cómo."
A pesar de su diversificación en otros negocios, Mamá Christine dice que nunca dejará la granja. "A muchas personas no les gusta la agricultura; dicen que es trabajo sucio," dice ella. "Pero cuando cuando terminas con ello y vas de compras, nadie puede decir la diferencia entre un agricultor y un doctor. Todos somo iguales."
Los Contenedores de Agua Están Haciendo la Diferencia para los Kenianos
En las afueras de un pueblo llamado Maragua, 40 millas al nordeste de Nairobi, Faith Mbathi desembarca un instrumento medidor de flujo de agua, un medidor de calidad del agua y un machete de la cajuela de su carro. Mbathi es una asistente de monitoreo hidrológico para el Fondo de Agua de Nairobi, y mientras saca un par de vadeadores, cuenta cómo la gente local se peleaba a puñetazos por el agua. Después, levanta el medidor de flujo y, con un par de hábiles oscilaciones con el machete, hace un camino hacia el Río Githanja. Aquí, el Githanja es apenas un poco más grande que un riachuelo, pero "todos estos pequeños arroyos forman un río principal más grande," Mbathi dice, "y eso provee a la ciudad de Nairobi de agua."
Esos ríos también brindan a Nairobi—y a la mayor parte de Kenya—su electricidad. Cerca del 40% de la energía hidroeléctrica del país es generada en la región superior del Río Tana. Pero los altos niveles de sedimento están reduciendo el almacenamiento de agua en los embalses para infraestructuras como la Presa Masinga, río abajo de aquí. La presa fue construida para durar 100 años, pero bajo los niveles de sedimentación actuales, su tiempo de vida útil se reducirá a la mitad.
Mbathi checa la lectura de su medidor. "Bien," dice ella. "Podemos ver los resultados. Los datos siguen siendo analizados, pero podemos ya observar que hay un gran avance."
Aunque la evidencia aún es en su mayoría teórica, parece que ya hay una mejora, no sólo en términos de calidad de agua, también en la cantidad total, desde el comienzo de la asociación cuatro años atrás. De regreso en Nairobi, Kihara dice, "Hemos aumentado el suministro de agua de Nairobi de 525 a 552 millones de litros por día"—un aumento de más de 7 millones de galones por día.
The Nature Conservancy también está trabajando para ensamblar una donación de $7.5 millones para respaldar el fondo, y planea delegar la operación del fondo a socios locales para el 2022.
Por la ciudad, en las oficinas de Nairobi Water, Phillip Githinji dice que el fondo de agua ha ayudado a cambiar cómo se piensa de la utilidad. "El fondo de agua ha traído enfoque y estructura a todo el concepto de conservación," dice él. Y es por ello que lo vemos como el camino hacia el futuro."
De hecho, los fondos de agua parecen prometedores más allá de Nairobi. La necesidad es aguda. "África está creciendo y lo está haciendo rápido," dice Kihara. "Así que uno de los retos que enfrentan practicamente todas las ciudades de África es el agua." El año pasado, TNC lanzó el segundo fondo de agua de África en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, donde titulares acerca del amenazante desabasto de agua obtuvieron atención internacional. TNC se encuentra centrado en el desarrollo de nuevos fondos de agua por el continente.
De regreso a su granja río arriba de la Reserva Thika, Esther Wandia riega cuidadosamente plántulas de aguacate, resguardadas del sol de medio día en un sombreado vivero construido de gruesa madera y ramas.
“Si no fuera por el contenedor de agua," dice ella, "No me sería posible hacer esto." La familia de Wandia ha cultivado aquí desde 1962, pero los márgenes siempre han sido delgados. Ahora, sin embargo, está trabajando por un sueño. Los jóvenes aguacates que está regando son sólo algunos de las 10,000 plántulas que está cultivando para vender a otros agricultores. El proyecto, ella espera, le generará 1 millón de chelines kenianos—cerca de 10,000 dólares americanos.
“Estoy rezando día y noche, y trabajando duro," dice ella. "Vengo de cero, e iré lejos."