Por qué nos adherimos al compromiso 30x30
Nuestro futuro depende de la protección del 30 % de los océanos, las tierras y el agua dulce del planeta para el año 2030, el mayor compromiso de conservación de la historia.
La crisis por partida doble del cambio climático y la extinción masiva de la vida silvestre amenazan con cambiar para siempre nuestro mundo, pero hay esperanza. Si protegemos el 30 % de los océanos, las tierras y las fuentes de agua dulce del planeta para el año 2030, las personas y la naturaleza podrán prosperar juntas en el futuro.
¿Qué es 30x30?
30x30 es una iniciativa mundial para que los gobiernos designen el 30 % de la superficie terrestre y oceánica de la Tierra como áreas protegidas para el año 2030.
30x30 es una hoja de ruta compartida hacia un futuro positivo para la naturaleza.
Por primera vez en la historia de la humanidad, el mundo se ha unido con el objetivo común de proteger la naturaleza. En diciembre de 2022, más de 190 países adoptaron el Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal (también conocido como el Plan de Biodiversidad), un compromiso internacional para proteger mejor el planeta que nos sustenta a todos.
En el marco, se incluyen 23 metas orientadas a revertir la pérdida de hábitats y especies. La meta n.º 3, conocida coloquialmente como “30x30”, llama específicamente a la protección y gestión efectivas del 30 % del área terrestre, costera, marina y de aguas interiores del mundo para el año 2030.
En pocas palabras, 30x30 es el compromiso de conservación más grande de la historia en el mundo. Hasta la fecha, más de 190 países se han comprometido a alcanzar este objetivo mundial.
30x30 exige la protección y gestión efectiva del 30% de la tierra, las aguas dulces y los océanos del mundo para el año 2030.
El bienestar humano depende del éxito de la meta 30x30
Se están perdiendo los lugares silvestres del mundo y, con ellos, también se pierden los sistemas naturales que nos protegen de las consecuencias del cambio climático. Los científicos coinciden en que debemos proteger al menos el 30 % de las tierras, el agua dulce y los océanos para el año 2030 si queremos tener alguna posibilidad de frenar la crisis por partida doble de la pérdida de biodiversidad y el cambio climático a la que se enfrenta nuestro planeta.
En la actualidad, solamente un 17 % de las áreas terrestres y un 8 % de las áreas marinas gozan de algún tipo de protección. Incluso así, en muchos casos, la eficacia de esa protección suscita dudas.
Los lugares salvajes del mundo se están perdiendo y con ellos estamos perdiendo los sistemas naturales que nos protegen de las consecuencias del cambio climático.
La meta 30x30 es posible —con las soluciones adecuadas—
La meta 30x30 es ambiciosa y representa un compromiso significativo por parte de los 190 países que han adoptado el Marco Mundial de Biodiversidad. Las áreas protegidas son una de las formas más eficaces de conservar la biodiversidad y siguen siendo un pilar en las estrategias de conservación de la biodiversidad. Si creamos nuevas áreas protegidas y conservadas, y gestionamos más eficazmente las que ya existen, es posible proteger el 30 % de aquí a 2030.
Para hacer realidad esta visión global, los gobiernos nacionales, las comunidades locales y demás actores deben trabajar juntos para proteger de forma duradera los lugares más esenciales que se necesitan para sustentar toda la vida en la Tierra.
Cómo alcanzar la meta 30x30
Ahora bien, ¿cómo logrará el mundo estos nobles objetivos de forma rentable y equitativa? No bastará con seguir como hasta ahora.
Tenemos que ser estratégicos sobre qué protegemos y cómo.
Los esfuerzos de protección deben centrarse en áreas extensas que, en conjunto, sean representativas, desde el punto de vista ecológico, de toda la diversidad natural. Deben incluir lugares que proporcionen servicios ecosistémicos valiosos y deben estar bien interconectados con corredores que permitan mejorar la resiliencia frente al cambio climático y evitar que se formen islas ecológicas. La labor de protección también debe tener en cuenta el valor de las áreas que no cuentan con una gestión formal de conservación, como las tierras comunitarias e indígenas, lo que puede brindar beneficios directos y significativos para la vida silvestre y los ecosistemas.
Necesitamos una gestión de las áreas protegidas que funcione.
Sin un buen manejo, las áreas protegidas no son más que líneas sobre el papel. Mejorar y dar seguimiento a la eficacia de la gestión, asegurar el apoyo y la participación a nivel local, y establecer una financiación a largo plazo para la administración y el cuidado son aspectos fundamentales a los findes de garantizar que las iniciativas de conservación sean lo suficientemente duraderas como para perdurar en el tiempo.
Necesitamos estrategias de conservación inclusivas.
La consecución de los objetivos 30x30 solo será posible con la participación plena de los pueblos indígenas y las comunidades locales, quienes gestionan colectivamente una proporción significativa de los hábitats terrestres, marinos y de agua dulce del planeta. La importancia de las estrategias de conservación inclusivas desde el punto de vista social ha quedado demostrada una y otra vez en todo el mundo. La conservación que incluye a los pueblos indígenas y a las comunidades locales en la toma de decisiones tiene índices de éxito notablemente superiores a los casos en que las entidades externas anulan el control local.
Tenemos que aprovechar las nuevas herramientas.
Las áreas protegidas forman parte de una matriz mucho más amplia de estrategias que se necesitan para conservar un umbral mínimo del 30 % del mundo natural antes de que finalice esta década. Implementar políticas para frenar el comercio de especies silvestres y la extracción de recursos naturales, reducir la contaminación, y mitigar el cambio climático aumentaría drásticamente el éxito de estas áreas. Asimismo, establecer estructuras de pago que reconozcan los beneficios de las áreas naturales para la sociedad humana —que abarcan desde el suministro de agua dulce hasta el secuestro de carbono o la mitigación de desastres naturales como incendios y huracanes—, puede motivar una nueva financiación para la conservación y gestión de las áreas protegidas.
Herramientas y recursos
Estamos elaborando recursos y materiales para apoyar a los países en sus ambiciones respecto de 30x30.
- Buenas prácticas para alcanzar la meta 30x30
Este es un recurso elaborado por TNC con la colaboración de la Comisión Mundial de Áreas Protegidas de la UICN y Equilibrium Research, y financiado por DEFRA.
Descargar en Inglés, Español, Francés, Portugués.
- 30x30.solutions
El Conjunto de herramientas 30X30.solutions es un recurso en línea con material seleccionado que brinda orientación e información a los políticos y profesionales que aplican la Meta n.º 3 del Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal. Desarrollado en colaboración entre The Nature Conservancy, la Coalición de Gran Ambición para las Personas y la Naturaleza, y la UICN-CMAP, 30x30.solutions comprende un conjunto cada vez mayor de recursos para que los países y las organizaciones diseñen, apliquen e informen las estrategias y los planes de acción con vistas al objetivo 30x30.
Explora 30x30.solutions y encuentra formas tangibles de contribuir a la meta 30x30 (selecciona la opción en español).
Los objetivos de 30x30 son fundamentales para el futuro de toda la vida en la Tierra, incluida la nuestra. Estos objetivos son audaces y de una envergadura sin precedentes, pero también pueden alcanzarse con esfuerzos coordinados y colaborativos que se erijan sobre las mejores prácticas. TNC se compromete a que la meta 30x30 sea nuestro marco rector para la protección de ahora en adelante.
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