Una Oportunidad para Restaurar El Ciprés de Moctezuma
Una declaración de amor al ciprés de Moctezuma, el emblemático árbol nacional de México, y su regreso a Texas
Todos los años, el profesor Alejandro Fierro de la Universidad de Texas del Valle del Río Grande (UTRGV) lleva a sus estudiantes a la Reserva Southmost de The Nature Conservancy para que trabajen en proyectos de investigación en el vivero de plantas autóctonas. La Reserva Southmost está situada en la frontera entre Estados Unidos y México y protege más de 400 hectáreas (1000 acres) de tierra a lo largo del Río Grande. Su vivero de plantas autóctonas produce decenas de miles de plántulas para los esfuerzos de restauración de la zona. Varios proyectos estudiantiles se han centrado en la restauración de los bosques espinosos, pero a sugerencia del profesor Fierro, uno de los estudios se propuso restaurar el ciprés de Moctezuma (Taxodium mucronatum), un árbol de gran importancia ecológica e histórica en la zona.
¿Qué hace que el ciprés de Moctezuma sea tan icónico?
El ciprés de Moctezuma es una majestuosa conífera de enormes troncos, hojas en espiral y ramas colgantes. Estos espectaculares árboles crecen cerca del agua; proporcionan un hábitat para la vida silvestre, así como sombra, y mejoran la calidad del agua. El ciprés de Moctezuma tiene unos orígenes muy antiguos, anteriores a su homónimo "Moctezuma", el gobernante del Imperio Azteca (1502-1520) que hizo plantar estos árboles profusamente en la actual Ciudad de México.
Existen algunos cipreses de Moctezuma famosos. El Árbol de la Noche Triste, en Ciudad de México, es conocido como el árbol bajo el que lloró el conquistador Hernán Cortés tras perder una batalla contra los aztecas en 1520. El Árbol del Tule, en Oaxaca, ostenta el récord del mayor diámetro, con 46 pies, y se cree que tiene entre 1000 y 3000 años. Estudiantes realizan visitas al árbol y forman una hilera para rodearlo con sus brazos. El propio profesor Fierro recuerda haber sido uno de esos escolares.
"Es un árbol que conozco de toda la vida", dijo el profesor Fierro, cuya hacienda familiar en México también lleva el nombre del árbol. "Forman parte de nuestro entorno de siempre. Es algo que forma parte de nosotros, así que cuando trabajábamos con plantas y semillas en la reserva, pensé, vamos a hacer este proyecto, ¿por qué no? Quizás ayude a la propagación, el restablecimiento y la recuperación de las poblaciones de este lado del Río Grande."
Un historiador se enamora
Durante el cambio de siglo, los cipreses de Moctezuma bordeaban las orillas del Valle del Río Grande; los relatos de los colonos españoles y mexicanos de la zona calificaban las extensiones de cipreses de "interminables". Pero esa abundancia empezó a disminuir en 1846 con el inicio de la Guerra de Estados Unidos-México. Los historiadores calculan que se talaron 400 árboles maduros para construir una calzada temporal para el general estadounidense Zachary Taylor.
La deforestación continuó luego, intensificándose durante la Guerra Civil estadounidense en 1863, cuando los cipreses de Moctezuma se utilizaron para construir un puerto y alimentar las calderas de los barcos de vapor. Y poco después, los árboles se utilizaron para construir tres ferrocarriles. En 1919, donde antes prosperaban los bosques, tan sólo quedaban unos pocos cipreses viejos en un lugar cercano a la frontera entre México y Estados Unidos, en la propiedad en Brownsville del inmigrante francés Celestine Jagou, adquirida en 1872.
En 2007, el historiador local de Brownsville Eugene Fernandez se enteró de la existencia de los árboles centenarios. El Sr. Fernandez visitó a una heredera de Jagou cuando ésta tenía más de 90 años. La señora le dijo que bajara por el camino de los carruajes y viera los árboles por sí mismo.
"Al entrar en un claro, percibí algo en mi visión periférica a mi izquierda, dirigí allí la mirada y me caí directamente al suelo, desmayado", cuenta Eugene Fernandez, director del Centro de Investigación Histórica y Genealógica del Sur de Texas. "Si hubiera habido una persona cerca, habría tenido que echarme un cubo de agua encima. Vi esos increíbles cipreses y me quedé asombrado."
Eso fue hace 15 años, un día que despertó en el Sr. Fernandez el amor por los cipreses de Moctezuma y su compromiso de defenderlos. Desde ese momento, ayudó a garantizar la protección de este antiguo lugar, trabajando para promover un acuerdo que dio lugar a que la Sra. Jagou vendiera la zona de cipreses a la ciudad de Brownsville. El Sr. Fernandez también solicitó que el ciprés de Moctezuma se convirtiese en el árbol oficial de la ciudad de Brownsville, lo que se adoptó en 2014.
En 2019, el Sr. Fernandez abogó por que el Departamento de Transporte de Texas (TxDOT) comprara 12 árboles maduros cuando los trabajadores del TxDOT cortaron dos que habían sido plantados en la década de 1920. Plantó los árboles de dos metros de altura en lugares visibles de las riberas de Brownsville. En la actualidad, entre otros esfuerzos en curso, está abogando por que el nombre del emplazamiento del antiguo bosque se denomine "Montezuma Cypress Preserve" (actualmente se suele denominar La Posada del Rey).
Un árbol con muchos nombres
Conocido como el árbol nacional de México, el ciprés de Moctezuma está estrechamente relacionado con el ciprés calvo del sureste de Estados Unidos y las secuoyas gigantes del norte de California.
Otros nombres para el ciprés de Moctezuma son:
- Ahuehuete (en náhuatl significa "viejo en el agua")
- Sabino (llamado así por los españoles por su parecido con un tipo de pino español)
Esfuerzos de restauración en la Reserva Southmost de TNC
Según el estudio de 2020 del profesor Fierro, quedan 69 árboles en el antiguo emplazamiento, el único arbolado natural que queda en Estados Unidos. Entre estos magníficos árboles, el profesor Fierro, sus estudiantes y el personal de TNC recogieron semillas para probar a germinarlas, llevándolas de vuelta al vivero de la Reserva Southmost de TNC (enlace en inglés) para que crecieran.
La investigación de UTRGV ilustra cómo las plántulas de ciprés Montezuma pueden producirse eficazmente a gran escala y, con la fuente de semillas del antiguo bosque cerca, pueden producirse eficazmente en el vivero de Southmost. Los cipreses de Moctezuma plantados por el profesor Fierro y sus estudiantes han pasado de ser plántulas a árboles jóvenes de 3 a 4 pies de altura.
The Nature Conservancy donó varios árboles jóvenes a la ciudad de Edinburg y al Centro de Investigación Histórica y Genealógica del Sur de Texas. TNC Texas continúa cultivando cipreses Montezuma según sea necesario y apoya el trabajo del Sr. Fernández. Estamos orgullosos de asociarnos en los esfuerzos para restaurar estos importantes árboles nativos que vinculan la historia natural y cultural de la región.
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