Sembrar los mares

Los pescadores de Belice, con el apoyo de The Nature Conservancy, están sembrando los mares y recuperando la fauna y la flora de su litoral. Con la acuacultura de algas marinas combaten el cambio climático y fortalecen su economía

Algunas formas de aprovechamiento de los recursos naturales pueden funcionar a la vez como mecanismos para facilitar los procesos de restauración de los ecosistemas degradados. Así lo han mostrado los pescadores de bajura de Belice que, con el apoyo de The Nature Conservancy, han emprendido un proyecto de acuacultura, siembra de algas marinas y restauración productiva que les ha permitido diversificar sus fuentes de ingresos, generar nuevos  empleos, recuperar las pesquerías locales y devolver los colores de la vida marina al litoral caribeño.

Las algas marinas se han convertido en el eslabón que permite que la conservación y la mejora de las condiciones de vida local vayan de la mano. Por una parte, tienen un creciente mercado que va desde los cosméticos hasta el consumo, y su demanda va en crecimiento. Por el otro, cuando se  siembra , como se está haciendo en el litoral beliceño, genera hábitats para todo tipo de vida marina, desde los invertebrados hasta los peces, que encuentran un entorno en el cual pueden reproducirse y alimentarse. Esta nueva alternativa de conservación y producción, también posibilita la regeneración de las poblaciones pesqueras pues ofrecen alternativas económicas para la población local, que no tiene que sobreexplotar los  recursos naturales para ganarse la vida.

Así lo explicó Cleveland Davis, un pescador beliceño, quien mencionó una conversación que tuvo con  el equipo de TNC, donde señaló  cómo antes podían sacarse 100 libras de pescado en un solo día de trabajo. “Hoy eso ya no se puede”, lamentó, aunque ahora no haría falta, pues existe otras alternativa de trabajo. Su compañero Luis Godfrey resalta la  solución que les permitió reafirmarse como agricultores del mar: “Ahora tenemos una granja sustentable y submarina”,  refiriéndose a las largas cuerdas que se estiran por la superficie de las aguas caribeñas.

La siembra de algas y la acuacultura para la restauración se enmarcan en el esfuerzo de The Nature Conservancy por implementar una agenda compartida para la conservación. Al tiempo que esfuerzos como éste ayudan a recuperar la vida de los mares y a cumplir las metas establecidas en nuestras iniciativas como lo es “Proteger la tierra y el agua”, donde contribuir  a proporcionar agua y alimentos en forma sostenible, es una de nuestras prioridades y es al mismo tiempo un efecto cuando se  conserva una fuente de alimento tan importante como son las pesquerías.  Cabe resaltar que la  siembra de algas marinas ayuda a capturar carbono, con lo que sirve para hacer frente al cambio climático, ya que  las algas reducen la acidificación de los océanos y  reduce el impacto que las emisiones de otras fuentes pueden tener en el planeta.

La siembra de algas marinas en la costa de Belice es un emprendimiento que muestra las posibles soluciones  a muchos de los problemas que enfrentan nuestros océanos, pues en la restauración de los recursos naturales y en su aprovechamiento sustentable se encuentran las claves para hacer de la conservación del planeta: un motor para el desarrollo y una razón para reconciliarse con el entorno y apreciar su valor.