Niños y niñas de las escuelas de Huape y Chaihuín visitan el sendero Los Alerces de la Reserva Costera Valdiviana
La visita fue parte de la marcha blanca de la reapertura a público de la reserva, y les permitió conocer al "gran abuelo", alerce de más de 2400 años.
Patricia Barría, guardaparque y educadora ambiental de la Reserva Costera Valdiviana, muestra a alumnos y alumnas de Escuela de Huape un anfibio descubierto en el recorrido.
Convertir el sendero “Los Alerces” en una gran sala de clases al aire libre fue lo que vivieron alumnos y alumnas de las escuelas de Huape y Chaihuín en la Reserva Costera Valdiviana, al formar parte de una marcha blanca de la reapertura a público de la administración y centro de visitantes del proyecto de conservación de The Nature Conservancy Chile (TNC Chile) en la región de Los Ríos, Chile.
Estas escuelas forman parte del programa de Educación Ambiental que desarrollan en conjunto la Reserva Costera Valdiviana y el Parque Nacional Alerce Costero, administrado por Conaf. En dos días, organizados en pequeños grupos, guiados por sus profesores y un grupo de guardaparques de ambas áreas protegidas, los alumnos de estas escuelas de la comuna de Corral pudieron conocer, la gran mayoría por primera vez, el patrimonio natural que la reserva se encarga de proteger y conservar. Así, las actividades permitieron a niños y niñas de diversas edades escuchar los sonidos del bosque, descubrir anfibios en lugares insospechados, conocer tradiciones y saberes de las comunidades que han habitado ese territorio por varias generaciones y revisitar con ejemplos de la naturaleza conceptos revisados en sus talleres como biodiversidad y cambio climático.
Quote: Danilo González
Alumnos y alumnas de Escuela Huape escuchan a Erwin Ovando, guardaparques de la Reserva Costera Valdiviana en sendero Los Alerces
Danilo González, coordinador de guardaparques de la Reserva Costera Valdiviana de TNC Chile, concluye: “Para nosotros es muy grato e indispensable mostrar lo que estamos conservando, a través de los senderos demostrativos que tenemos o mediante charlas que podamos programar con anticipación. Por largo tiempo, hemos tratado de sembrar la semilla de ‘conocer para conservar’ mediante los talleres de educación ambiental que dictamos en las escuelas, donde la Reserva es una gran sala de clases al aire libre, por eso, cada vez que tenemos la posibilidad de que los niños se conecten con la naturaleza, lo hacemos con mucho entusiasmo”.