Paisajes ancestrales El gran aguacero se roba la atención de Miguel y Remigio de navegando el río Orteguaza, de regreso a El Diamante. © TNC Colombia / Juan Sebastián Sánchez

Historias en Colombia

Los riesgos que enfrentan las comunidades en la frontera de la deforestación en Colombia

Solano es el territorio con mayor población indígena en Caquetá, y se debate entre conservar y transformar la selva amazónica

Solano, Caquetá, es un territorio de 4 239 000 hectáreas, de las cuales 14,3 % son resguardos de comunidades indígenas. Allí viven 1832 personas de cinco etnias dispersas en 20 resguardos.

En las profundidades de este municipio que limita con Amazonas y Putumayo está ubicado el PNN Chiribiquete, que hoy por hoy enfrenta una amenaza inminente de deforestación.

La población es una heterogénea configuración marcada por la migración interna que experimentó Colombia durante la década de 1950. En este territorio confluyen resguardos indígenas con núcleos campesinos poblados muchas veces por migrantes internos que llegaron a la región amazónica buscando alternativas de vida, dadas las dificultades que comúnmente se han vivido en las ciudades colombianas.

Las coyunturas de incendios en la Amazonia han puesto en el mapa algo que para las comunidades indígenas no es nuevo. Han enfrentado diversas amenazas a lo largo de la historia. Comercio de pieles, tráfico de especies, tala ilegal, extracción descontrolada, minería, cultivos ilícitos o colonización cultural contribuyen a disminuir la autonomía territorial de los pueblos indígenas. Incluso, algunos de estos riesgos pueden variar según el resguardo; en unos puede ser más prominente la extracción de hidrocarburos, mientras, en otro, los cultivos ilícitos. En otras épocas, por ejemplo, la principal amenaza fue la extracción del caucho, o alguna otra resina.

Estos conflictos ambientales representan una amenaza de varias caras, muy seria para estas comunidades indígenas. Su debilitamiento cultural tiene impacto negativo en su capacidad para subsistir. Para reducir este riesgo, los Korebaju se abrieron a construir conocimiento conjunto con aliados que buscan las capacidades de las culturas que protegen los bosques.

Las islas de selva

La ganadería y la agroindustria se han expandido tanto en la región del bajo Caquetá que la han transformado hasta dejarla irreconocible. No es gratuito que este haya sido el departamento más deforestado de Colombia en 2018. Así lo indican quienes la han habitado siempre. “Si vemos desde arriba hacia abajo, los resguardos son como una isla”, explica Oliver Gasca, cacique del resguardo El Diamante. Menos bosques significa menos conocimiento y riqueza del territorio de las comunidades indígenas amazónicas.

La transformación de las selvas en pastizales o áreas agroindustriales es una amenaza general para los ecosistemas, pero es especialmente grave para comunidades indígenas como la de Remigio. Por eso los líderes korebaju decidieron apoyarse en aliados para fortalecer su capacidad de gestionar sus territorios. Para ellos, los bosques que han sido hogar se han vuelto irreconocibles. “Hace 30 años esta zona era solo bosque”, señala Gasca mostrando un extenso potrero, caminando hacia la vereda Alto Cuerazo para una de las firmas de acuerdos entre campesinos e indígenas.

Ese paisaje se ha transformado en extensos desiertos de pasto quemado donde es más probable encontrar charcos orinados por vacas deshidratadas que riachuelos. Lo que es una caminata de 50 minutos a través de la selva se transforma en dos inclementes horas bajo el sol Amazónico. Ese mismo día, después de atravesar kilómetros de potrero, ni las galletas de leche ni las naranjas silvestres que Piranga devoraba cada vez eran suficientes para mitigar la asfixia de la falta de sombra.

El impacto es tan evidente que, en contraste, las caminatas dentro de los bosques son guiadas por Remigio, que los conoce bien. Caminar en estos bosques parece tener un efecto refrescante. La permanente sensación de vapor ligero de frutas y flores hace que recorrer largas distancias sea más fácil.

Quote: Oliver Gasca

Amenazas siempre ha habido en la región. Por eso esta vez la forma de protegerse es reivindicando la cultura.

Si se mantiene o aumenta la transformación de bosque amazònico, las acciones que debe realizar la humanidad entera van a ser progresivamente más drásticas y su efectividad será cada vez menor, dificultando la supervivencia generalizada de la humanidad. Lo que los Korebaju y otras culturas que cohabitan ese espacio viven a diario localmente, la humanidad lo vive a una escala nunca vista.

Fortalecer las capacidades y el gobierno propio son un fin en sí mismo, pero los beneficios específicos que trae son acciones que le apuntan a resolver los conflictos ambientales. Las culturas indígenas deben proteger su identidad para frenar la deforestación y con ella la inseguridad alimentaria que las amenaza.

El éxito con los planes de manejo no es una solución definitiva al problema de la deforestación, pero encierra gran parte de lo que se requiere para encontrarla. Los planes de manejo son herramientas para que una comunidad reconozca su territorio y también se reconozca en él. La relación que tienen estas comunidades con su entorno, sus paisajes, su territorio, es una ventana para entender diferentes potenciales de prosperidad para la naturaleza y la humanidad juntas.

Estos matices en el territorio hacen que implementar estrategias y planes locales para la protección de la Amazonia exija soluciones específicamente locales. Soluciones que consideren las necesidades de quienes pasan día a día en los territorios que son vitales para la salud de los ecosistemas. La ventaja de trabajar con comunidades como los Korebaju es que su identidad está ligada a sus bosques; cuidar su cultura, sus formas de alimentarse y de vivir, garantiza cuidar los ecosistemas. Pero las comunidades no pueden solas, en un contexto cada vez más volátil y complejo.

Naturaleza y humanidad, juntas

Contribuye a que más comunidades puedan combatir la deforestación

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El territorio muestra escenas de deforestación cada vez más frecuentes, que contrastan con la exuberancia natural de la selva.
Paisajes amazónicos El territorio muestra escenas de deforestación cada vez más frecuentes, que contrastan con la exuberancia natural de la selva. © TNC Colombia / Juan Sebastián Sánchez
El ritmo acelerado en que se está transformando la selva amazónica colombiana hace que imágenes como esta estén en riesgo de desaparecer.
Río Peneya, Caquetá El ritmo acelerado en que se está transformando la selva amazónica colombiana hace que imágenes como esta estén en riesgo de desaparecer. © TNC Colombia / Juan Sebastián Sánchez

Publicaciones

  • Agenda ambiental comunitaria de Solano

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    Análisis socioambiental del municipio de Solano, Caquetá, producido en conjunto con los equipos de ciencias y de conservación de TNC Colombia y la comunidad campesina e indígena de Solano. Descargar

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  • Agenda ambiental de Cartagena del Chairá

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    Análisis socioambiental de Cartagena del Chairá, Caquetá, producido en conjunto con los equipos de ciencias y de conservación de TNC Colombia y la comunidad campesina e indígena del municipio. Descargar

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