Proteger las tierras, las aguas y los océanos
Salvar un lugar antiguo para ayudar a resolver un problema moderno
Imagine que está en la Selva Maya de Belice, rodeado de innumerables tonos de verde. Se oye el rugido de los monos aulladores y el animado parloteo de los loros y cientos de otras especies de aves. Se encuentra en un lugar que ha visto surgir, prosperar y desaparecer a una civilización antigua.
Hoy, es el propio bosque, y todo el misterio que encierra, el que corre el riesgo de desaparecer. Los bosques tropicales de la región están siendo talados a un ritmo alarmante para dar paso a la agricultura, la ganadería y el desarrollo urbanístico. Entre 1986 y 2018, las existencias forestales del país se redujeron en más de un 28%. Cuando se eliminan los bosques, el carbono que almacenan se escapa a la atmósfera. La pérdida de bosques tropicales como los de Belice es responsable de cerca del 20% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, un factor muy importante ante el cambio climático.
Por eso TNC facilitó una coalición de más de una docena de entidades que recientemente conservaron casi 100.000 hectáreas de la Selva Maya de Belice.
Este bosque lluvioso tropical alberga al menos 70 especies de mamíferos, como jaguares, pumas y monos aulladores y araña, además de cientos de especies de aves residentes y migratorias. También contribuye a la protección de tres grandes cuencas hidrográficas que abastecen al país de un tercio de su agua potable y una cuarta parte de su agua de riego.
Quote: Wendy Paulson
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